miércoles, 18 de enero de 2012

La Torti Franci-Española

No hace mucho, recibí en mi móvil una imagen. La descargué y la vi en pantalla ampliada. Mi primera reacción fue la de no entender bien el motivo por el que alguien que conozco me la envió, aunque ella me conoce bien, por lo que esa confusión me duró apenas medio segundo, porque al ver de lo que se trataba, pasé de la incógnita a una sensación de...."creo que es la hora de cenar" Pero claro, esto tiene su explicación, porque cuando se trata de comida, en mi organismo se produce un hecho que me desvincula de la realidad en la que vivo y prácticamente mi ser se ve hipnotizado por el plato de comida, receta o manjar que tengo delante....el hecho es que se abre el apetito de mi estómago, hasta ahí normal, pero es que creo que debo tener un segundo estómago, no se si físico o psicológico, pero si se que soy capaz de comerme un elefante. Nota: Queridos Elefantes de la sabana, no temáis que os tengo aprecio.

Pues bien, el comentario de mi amiga, la que envió la foto decía: "La torti franci-española, más franci que española". Cuando leí esto pensé en los Pirineos. Si, esa cadena montañosa que separa España y Francia. Justo encima una tortilla, la mitad en España y la otra en Francia. En cada mitad de la tortilla la bandera de cada país y la gente en la frontera reclamando su parte. Si, ya se que se me ha ido un poco la pinza, pero es normal cuando pienso en comida....lo veo todo a lo grande. Voy a ponerles la foto para comentarla.




Aquí la tienen, la tortilla que conquistó dos paises: La Torti Franci-Española.

Se presenta en vajilla de alegoría marinera con tonos azules y blancos, que rodean ese continente tortillero, haciendo una clara alusión al mar que baña las costas francesas y españolas, sin duda todo un reconocimiento a todos aquellos que trabajan en la mar y que desde allí, divisan la costa a la que tanto desean llegar. Si yo fuera pescador, fijo que estaría deseando llegar a tierra a por mi trozo de tortilla.

En el centro del plato, podemos observar ese continente que se eleva desde las profundidades y emerge sólido y contundente. Está compuesto por varios ingredientes, que dependiendo en el lado de la frontera en que estés tendrán la importancia que sus gentes le otorguen. Según algunas fuentes, cuando los franceses invadieron España, se llevaban una parte importante de la producción de papas. Los españoles que no tenían papas se hacían la tortilla solo con huevos. Cuando se levantaron en rebelión contra los franceses gritaban: "vamos a hacer tortilla a los franceses" y de ahí lo de tortilla francesa. Será cierto o no, pero yo creo que los franceses están contentos por tener papas y nosotros por tener...huevos. Nota: Que cada uno lo pille por donde quiera.

Si prestamos atención a la tortilla, podemos ver que tiene un color un poco más oscuro en el norte y uno más cálido en el sur. A lo mejor piensas que debería ser al revés, porque claro, en el sur hace más calor, por lo que debería estar más tostada. Pero esa explicación no sirve para este caso. Me inclino a pensar, que nuestra Chef quería darnos a entender algo más profundo, más romántico, algo que ningún gurú de la cocina nacional e internacional ha conseguido transmitir desde que la tortilla existe, y es que....no importa en que país estes, ni que ingredientes utilices, ni a que hora te la comas, ni cuanto tiempo te quedes mirándola después de hacerla, lo más importante es que has tenido la iniciativa y la idea de ponerte manos a la obra, siendo el resultado una creación propia, que en este caso (esto es una opinión personal) tan sólo con el nombre que le ha puesto, debería incluirse en el top10 de las tortillas caseras de Francia y España.

Así pues, como blogero de este Rincón de Chenzhen, doy la bienvenida a la Torti Franci-Española y declaro que será recordada como la indudable precursora de un nuevo concepto de la tortilla mundial, valiendo como certificado de garantía esos dos dedos victoriosos que asoman en la parte izquierda de la foto.

Felicidades amiga¡¡¡.